Para entender el proceso que se fue haciendo en la Educación argentina, debemos tener en cuenta varios aspectos. Por un lado, tenemos que recordar de dónde se parte, y para eso haremos referencia a diferentes momentos en los que la escuela pública se vio afectada. Por otro lado, analizaremos la función que debemos cumplir como educadores.
Qué entendemos por educación
Si entendemos la cultura como el conjunto de la producción y reproducción de la vida material y espiritual de la sociedad, podemos decir que la educación es el proceso por el cual se incorporan no solo conocimientos sino también pautas culturales, valores y creencias, que naturalmente no está desligada de la ideología, sino que, por el contrario, es una de las herramientas ideológicas más importantes con las que cuenta el Estado.
La educación es en cada momento histórico un reflejo de los intereses y del nivel alcanzado de la lucha de los sectores populares portadora de contenidos, científicos, culturales, políticos, artísticos y filosóficos que muestran las contradicciones de una sociedad.
Si tenemos en cuenta que la relación entre ideología y educación muestra hasta qué punto la escuela puede llegar a transmitir como contenidos los valores contrapuestos al dogma dominante, podemos repensar la función que tenemos dentro de las escuelas. Y así tener en cuenta que no hay práctica pedagógica desvinculada de la práctica política.
El rol del educador
Ahora nos preguntamos ¿Cuál debe ser el rol que tendría que jugar un educador? ¿Cómo hacer para que la práctica educativa sea una herramienta de liberación y no una reproducción del sistema?
Para el trabajador docente su “materia prima” es el conocimiento y el producto de ese trabajo podemos decir que es parte de la base cultural de la sociedad. Como dice Gramsci, los docentes como empleados del Estado, trabajan para generar el consenso o disciplinar a los educandos, o pueden ser críticos del grupo dominante y generar en los estudiantes un pensamiento crítico capaz de enfrentar a la cultura hegemónica.
En una sociedad la educación no es neutra, y parte de la responsabilidad para que esto no sea así está en nosotros, los docentes. Porque al tomar conciencia del rol que tenemos, podemos tener cierta autonomía de los lineamientos de los sectores de poder y la clase dominante, y a partir de eso se puede orientar a los niños y jóvenes en lo que será necesario para su desempeño en la vida laboral, política y social a partir de generar la lectura crítica de los contenidos ideológicos dominantes.
Por todo lo expuesto, podemos afirmar que a cada modelo de sociedad, de Nación, corresponde un modelo de educación.
Las reformas en educación están directamente asociadas a las reformas económicas, por eso, pudimos ver que durante el neoliberalismo se vació la escuela técnica y la educación en general, haciendo una reducción del presupuesto y la sanción de la Ley Federal, como consecuencia del modelo de país dependiente. Por el contrario desde 2003 el acento se puso en educación, a partir de la discusión y posterior sanción de la Ley Nacional de Educación, la Ley de financiamiento, la ley de escuelas técnicas, con el objetivo de generar una mayor distribución del conocimiento.
El Neoliberalismo
Durante la última dictadura (1976 – 1983) podemos decir que tres flagelos azotaron a la educación: la represión, el desastre económico y social y la política neoliberal. Esto generó la peor situación vivida en la educación de los últimos años y trajo la expulsión del sistema a los más humildes: aumentó la deserción escolar y la repitencia; en estos años también reapareció el analfabetismo.
La dictadura continúa la descentralización escolar y transfiere los establecimientos primarios a las provincias y los municipios sin los fondos necesarios para el mantenimiento, en un intento de vaciar la educación pública para acelerar la privatización del sistema educativo.
A todo esto le podemos sumar la censura de textos como: la obra completa de Pablo Neruda, el Principito de Saint Exuperí, los trabajos de María Elena Walsh y Elsa Bornemann, las enciclopedias Salvat y Universitas, entre tantos otros.
Por lo tanto podemos decir que durante la última dictadura y la década de los 90 se vació la escuela pública con un objetivo claro: homogeneizar el pensamiento de los estudiantes, por un lado, y precarizar los contenidos, por otro, llevando así a que solo un sector de la sociedad tuviera educación de calidad.
Como otro gran momento en la educación podemos nombrar lo que sucedió durante la implementación de la Ley Federal de Educación.
Esta Ley fue votada y sancionada durante el gobierno menemista, que entre otras cosas planteaba la “renuncia a la responsabilidad indelegable e insustituible del Estado, de garantizar el derecho a la educación y en su lugar habla de la participación de la familia, la comunidad, sus organizaciones y la iniciativa privada”. Esto generaba un nivel de desigualdad que no se veía en nuestro país desde que se había implementado la Ley 1420, que explicitaba que la educación debía ser gratuita y disponía de un fondo escolar propio.
Otras de las iniciativas que planteaba la Ley Federal, tenía que ver con el vaciamiento de la educación técnica, ya que en pleno neoliberalismo no era necesaria la capacitación para formar obreros calificados. El modelo dependiente de esos años, sin industrialización, requiere mano de obra poco capacitada, una gran masa de la población queda marginada del sistema.
En esta reforma educativa, podemos afirmar que se descentralizó todo lo que estaba relacionado con el presupuesto y la financiación de la educación, pero que se centralizó lo que estaba vinculado con la ideología. Pero ¿Cuál era la intención de la Ley Federal en materia ideológica? Atravesados por el neoliberalismo y la cultura dominante, esta fue una herramienta para imponer la ideología y la política neoliberal, para eso se concertaban los contenidos básicos y comunes para todo el sistema, homogeneizando así todos los contenidos.
¿Qué pasó en la Educación desde 2003?
Podemos decir que a partir de 2003, con los gobiernos de Kirchner y Cristina, se empezaron a notar cambios en la Educación argentina, vaciada y desbastada por el neoliberalismo bajo la vigencia de le Ley Federal de Educación que desarticulaba la estructura de la educación primaria y media, y que destruía la educación técnica y artística.
A fines del 2004 el Gobierno Nacional, plantea el Programa Nacional de alfabetización “Encuentro”, para dar respuesta a miles de personas que habían quedado fuera del sistema durante el neoliberalismo. Lo novedoso de la implementación de este programa es que se plantea que las organizaciones sociales y políticas de la comunidad sean una parte importante de la ejecución del mismo, para así llegar a más compañeros y compañeras.
En 2005 se sancionó la ley de Escuelas técnicas, que recupera la formación técnica, la cual había prácticamente desaparecido.
En el 2006, se sanciona la Ley Nacional de Educación, el proyecto de esta ley fue debatido en las instancias educativas, por toda la comunidad y por el sindicato docente CTERA, en estas instancias se introdujeron cambios que muchos de ellos, se ven reflejados en el texto de la Ley. Una de las cosas más importantes a señalar es que se nombra a la Educación como un derecho social, que es una tarea indelegable e insustituible del Estado, que es obligatoria desde el ciclo Inicial hasta la Escuela Media, que los personajes vinculados a la Dictadura y a los crímenes de lesa humanidad se les impide el ingreso a las instancias de formación en cualquier nivel.
La ley de financiamiento educativo de 2006, indica que: “se aumenta la inversión en educación, ciencia y tecnología entre los años 2006 y 2010 y mejorarán la eficiencia en el uso de los recursos con el objetivo de garantizar la igualdad de oportunidades de aprendizaje, apoyar las políticas de mejora en la calidad de enseñanza y fortalecer la investigación científico – tecnológica, reafirmando el rol estratégico de la educación, la ciencia y la tecnología en el desarrollo económico y sociocultural del país.”
En esta etapa cuando aparece la Ley de Financiamiento, se aumentó el presupuesto educativo, en 2003 era del 3,7 por ciento de un PBI bajo y es un 6 por ciento de un PBI mucho mayor en 2010. También se amplió la participación del Estado en las provincias más postergadas, permitiendo así una mejor distribución de los recursos de la educación.
A partir del Fondo salarial nacional, se recupera el salario que siempre había sido postergado, el mismo aumentó cerca del 60 %, y por la Paritaria nacional, las diferencias entre provincias disminuyeron (en el 2003 la relación de las provincias que más pagaban era de 1 a 3,5, hoy esa diferencia es de 1 a 1,7).
Se les devolvió a los docentes el 82 % y la movilidad jubilatoria.
También se aumentó de la inversión del presupuesto universitario y la jerarquización del salario de los docentes; se entregaron más de 500 mil becas para estudiantes secundarios y universitarios. Todavía se está discutiendo una Ley Superior que rija la estructura Universitaria.
Se construyeron más de 800 escuelas que crean cerca de medio millón de nuevas vacantes, entendiendo esto como parte de la inversión en la cultura del país y la distribución del conocimiento.
La Asignación Universal por Hijo devuelve a las escuelas a miles de niños que habían quedado excluidos del sistema, profundizando así la educación y la posibilidad de estos niños al acceso del conocimiento.
Podemos afirmar que desde el 2003, los pasos que se dieron en Educación tienden a democratizar el conocimiento, sabemos que es una tarea larga debido al vaciamiento y a la destrucción sistemática que se hizo sobre el sistema educativo.
Macri y la lucha por el retorno al Neoliberalismo
Por último, no podemos dejar de señalar las diferencias que se establecieron en la Ciudad de Buenos Aires en contraposición a las medidas nacionales, a partir de la gestión macrista haremos referencia a lo que se llevó a cabo en educación en los últimos dos años: se bajó el presupuesto de educación, bajó la calidad de la comida de los comedores de las escuelas, aumentó la partida presupuestaria a las instituciones privadas, bajó también el presupuesto para infraestructura, les quitó a los estudiantes los kits escolares e intentó hacer un recorte en las becas, a lo que los estudiantes secundarios organizados dieron una gran lucha logrando la restitución de las mismas, censuró los materiales del Bicentenario, negando así el derecho al conocimiento de la población de la Ciudad, intentó congelar los salarios docentes argumentando la falta de presupuesto, ahí también la lucha de los sindicatos docentes lograron torcer la decisión del Jefe de gobierno. Nos podríamos preguntar ¿A qué nos hace acordar este tipo de políticas en educación? La respuesta es simple, a los años del neoliberalismo más descarnado, tal como marcha en EE.UU. y Europa.
A participar, enseñar y aprender
Teniendo en cuenta que fueron importantes los primeros pasos que se realizaron en el proceso de reconstrucción de nuestra educación pública a partir de mayo de 2003, hay que ser concientes que para poder seguir avanzando en una educación crítica, liberadora, democrática, popular y de calidad, es necesario la participación de todos, y así llevar adelante la educación que necesitamos en este momento y en este contexto.
Agosto 2010
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